El 28 de marzo se produjo un Incidente de Alto Potencial de un bus de la flota JM en la División Andina, producto de una decisión errada del conductor tras recibir la alerta de una falla operativa en un sistema crítico.
¿Qué pasó?
Durante el traslado de trabajadores/as desde plataforma hasta el Campamento Saladillo, el conductor evidencia en el tablero una luz intermitente que indica detenerse y, al mismo tiempo, se percata de que la aguja del reloj marca pérdida de presión de aire (aguja en 6 BAR).
El conductor continúa el desplazamiento hasta llegar al km 21.500 para transbordar al personal. Al llegar a ese lugar el bus pierde la capacidad de frenado, obligándolo a realizar una maniobra de emergencia, hacer uso de camino lateral y detener la marcha disminuyendo la velocidad por una pendiente positiva y un montículo de tierra.
¿Qué aprendimos?
De acuerdo con este incidente, Jaime Avendaño, Jefe de SSO de Proyecto Nuevo Sistema Traspaso Mina Planta, comparte algunas de las lecciones aprendidas:
- Debemos entregar un enfoque claro y preciso de los riesgos asociados a la toma de decisiones durante la conducción de vehículos de pasajeros al enfrentar una falla operativa en un sistema crítico, lo que debe ser establecido en los procedimientos rectores de trabajo.
- Anticiparse a fallas importantes: Relevar y analizar la información que nos entregan las reparaciones de los buses en terreno, puesto que es una fuente de información relevante, que entrega estadísticas respecto de la recurrencia en las fallas de sistemas críticos de los equipos.
- Asegurar que las mantenciones preventivas se efectúen de acuerdo con las pautas establecidas, dejando -cuando corresponda- los vehículos fuera de operación, hasta la reparación total de los problemas que ponen en riesgo la integridad física de los conductores y pasajeros.
- Se deben utilizar las tecnologías existentes en su máximo potencial, por ejemplo el sistema de telemetría debe ser capaz de generar alarmas en línea en base a las definiciones de sistemas esenciales críticos.
Es fundamental que todas y todos, de forma transversal en la VP, “pongamos énfasis en capturar el mayor aprendizaje posible de cada situación o incidente que pueda ocurrir en nuestros proyectos, revisemos los procedimientos establecidos para proponer mejoras y reforcemos las medidas de autocuidado”, puntualiza Jaime.